lunes, diciembre 28

Curioso cretino es Don destino



Decía William Shakespeare, y más tarde, Josef Stalin, lo siguiente:

El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos
A menudo, nos atrevemos a tratar el tema del destino con la valiente pregunta: ¿Crees en el destino? Y ante la que quedas completamente atrapado, pues no sabes si decir que no, y que por tanto, te tachen de un vividor y de un incrédulo y escéptico, o decir que si, y entonces caer en la trampa y que seas considerado un fatalista, puesto que ya no puedes cambiar nada.

En la Antigua Grecia, se creía que el destino estaba controlado por las Parcas, ya que la vida estaba considerada como un hilo que una de ellas enganchaba en la rueca, otra lo hacía avanzar y otra lo cortaba una vez que considerara que el fin había llegado. Los griegos temían por su destino, al igual que los romanos, y pensaban que éste estaba sujeto a las deidades y los deseos y caprichos de ellas.

Con la llegada del cristianismo, el destino se deja en las manos de Dios. Bueno, no es que se deje en sus manos, sino que toda la idea del destino se asocia a Dios y al Bien Divino. La máxima del hombre, su destino, se encamina a lograr la gracia de Dios, a atravesar las tentaciones terrenales para poder alcanzar la vida verdadera, que es aquella que le sigue a la muerte.

Finalmente, con el desarrollo de los grandes pensamientos filosóficos de la Historia, surge la corriente determinista, que afirma que nuestros actos, nuestros pensamientos y todo lo que se relaciona con nuestra persona, está determinado por el binomio causa-efecto. Esta corriente, además, venía dada por dos variantes: una más fuerte, en la que no se permite la existencia de nada azaroso, sino que toda nuestra existencia está escrita; y otra más débil, y que afirma que son las consecuencias y los hechos futuros los que están determinados por las acciones del presente.

Hablar del destino, y por ende, del futuro, es algo muy difícil, tan difícil como es hablar de algo desconocido.
Muchas son las citas que tratan el tema del destino, tales como:


                   A menudo encontramos a nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo - Jean de la Fontaine

El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños - Eleanor Roosevelt

El porvenir pertenece a aquellos que no están desilusionados - George Sorel

Yo soy el dueño de mi destino, yo soy el capitán de mi alma - William E. Henley


Y muchas son las discusiones que se han creado a raíz del tema, sin embargo, nunca obtenemos una respuesta que sea universalmente aceptada.

Personalmente, creo que sí que existe una fuerza superior que determina ciertas cosas, a la que puedes llamar Dios, llamar Destino o como sea... Creo que hay ciertas cosas que no ocurren por que sí, sino que, aunque todavía no conozcamos sus efectos, al poco tiempo nos damos cuenta de que habría varias cosas que hubieran cambiado.

Y si...

Por supuesto que el ser humano es libre, aunque no totalmente. Es libre en cuanto al poder que tiene para elegir, para tomar una decisión. Pero una vez tomada, esa decisión es irrevocable (en determinadas ocasiones) y ya no puede escapar a sus consecuencias, en cierta forma, el propio ser humano limita su libertad.

De nuevo hablando en primera persona, creo que el destino viene asociado a las ideas del Cambio y de la Ilusión. Yo, por ejemplo, soy una persona que necesita incorporar muchos cambios en mi vida. Odio la rutina. Necesito vivir cada día, pero vivirlo de verdad... Que se haga notar que cada día es diferente. Necesito del Cambio para poder vivir. Con esto tampoco quiero decir que sea un alma loca que no encuentra descanso, simplemente, que me gusta tener la idea de que puedo hacer muchas cosas, de que no me cierro de puertas, de que no hay un rato en el que no sepa qué hacer. Y es esta misma idea del Cambio la que me proporciona Ilusión.



Creo que el ser humano necesita tener ilusión. Necesita de la esperanza de que hay algo más que el simple día a día, y con esto tampoco me estoy refieriendo a más allá de la muerte, sino en nuestra vida diaria. ¿Cuántas veces nos ha pasado que deseamos que llegue un momento que nos hace mucha ilusión y hacia el que se enfocan todos nuestros actos y sentimientos? La ilusión es el impulso esencial en nuestras vidas. Cuando caemos en la rutina, cuando desaparece esa ilusión, tenemos un sentimiento extraño, un sentimento de vacío. Lo que nos lleva a la siguiente reflexión:


Tanto el Cambio como la Ilusión son una droga

Y tanto que si lo son. Y lo peor de todo es que su ausencia nos lleva a la Decepción y, en casos graves, a la Depresión. Por lo que es importante que sepamos distinguir entre dosis moderadas de ilusión y cambio. Que sepamos que hay momentos para todo. Porque lo que hace la vida no son sólo esos momentos de cambio, sino la propia espera del cambio. Si nos fijamos en un sólo objetivo, nos estaremos perdiendo una gran cantidad de cosas que ocurren a nuestro alrededor.

Y es aquí donde retomamos el tema del Destino. En nuestras manos está el poder del Cambio, de la Ilusión, de los hechos a corto plazo. Sin embargo, hay una fuerza superior que rige los hechos a largo plazo, una fuerza que, mientras que nosotros estamos pendientes del día a día, va labrando nuestro futuro con nuestras propias decisiones. Y, ¿por qué no? Creo que hasta en ocasiones, nos obliga a tomar ciertos caminos que, en un moemento nos pueden decepcionar, pero que, a la larga, llevan a otro sendero que no podríamos haber hallado de tomar el camino contrario.

Y ya, a modo de conclusión, si es que es podible concluir en el discurso de un tema como este, decir que sí que es posible que exista el Destino, una fuerza superior que va uniendo las consecuencias de nuestros actos, y que nos guía en otros, para que, al final, lleguemos a otro sendero, que posteriormente llevará a otra bifurcación, pero al que no habríamos podido llegar solos. No siempre se trata de ver los hechos del presente, sino de saber esperar, de saber ilusionarse con algo llega. Porque, aunque ya desesperemos y desistamos en la búsqueda, pensando que no hay lugar para nosotros... justo en el momento en el que lo demos todo por perdido, justo en el momento de mayor incertidumbre, en el del límite de lo cotidiano y de lo conocido, llegará un giro. Y son esos giros los que nos hacen crecer y los que dan sentido al camino.

Me despido, disculpándome por la posibles faltas, y les animo a reflexionar con una frase de Paulo Coelho:


Ciertas cosas son tan importantes que necesitan ser descubiertas solas



Un intento de escribir...


       Lo sé. Llevo un tiempo sin publicar nada. Pero no es por falta de rigor, sino porque creo que para poder escribir es necesario tener una inspiración, un "algo" que nos empuje, que nos incite a plantearnos cosas y, después, a escribir sobre ellas, a reflexionar sobre ellas. Personalmente, creo que el escribir no es más que una vía para que nuestra alma se desahogue.

No hay nada mejor que un folio en blanco.

No hay mejor momento que el de poner la primera letra. La primera palabra. El primer pensamiento.

La primera frase es posible que cueste. Es posible que la llevemos pensando un tiempo. O que, tras verla escrita, decidamos cambiarla por completo. Pero tras el primer punto. Nuestra mente comienza a ser un hervidero de ideas. Las palabras, artículos, los sentimientos... todo fluye... nuestros dedos ya no responden más a los dictados de la razón... sino a un poder mucho mayor... a un poder ante el que no respondemos... y solamente cuando hemos llegado al final y despertamos de ese "pequeño trance" releemos nuestras palabras y nos encontramos ante párrafos y párrafos que no sabemos cómo han llegado hasta ahí.

Curioso proceso el de escribir.

Curioso el mundo de las ideas.

He de admitir, que acaba de ocurrirme eso. mientras que esta entrada iba a tratar sobre el destino, me encuentro con que ya he ocupado algo más que una simple introducción hablando sobre el proceso de escribir. Y otras tantas cosas que podría reflejar en estas líneas. Pero quizás, y puesto que es algo más que un placer, deba dosificar ese trance... y continuar, en otro momento, desvelando sus más oscuros secretos...

Es más, les invito a que prueben la dulce droga de la palabra. el arma más embaucadora. Y la más poderosa. Mientras tanto, hablaré sobre el destino en la siguiente entrada.

Punto final.

miércoles, noviembre 25

La mitolgía del periodismo

      El otro día nos encargaron un trabajo acerca de los mitos que se crean en los medios de comunicación y cómo éstos consiguen instaurar una serie de tópicos en la sociedad. Por una parte, también he de decir que supuso una crítica a la ferviente manipulación que se realiza sobre la información.

Aquí les dejo la conclusión del trabajo y, en el fondo, la parte más importante, ya que creo que les puede resultar de interés si no de tema de debate:

"La llegada del capitalismo a la sociedad trajo un fuerte interés por el consumo y por el poder del Ahora, sin una reflexión hacia el futuro. Esto nos mueve a buscar nuevas formas de ocio, hasta encontrar lo que se podría denominar entretenimiento informativo. Los telediarios comienzan a observar que el espectador no quiere una mera transmisión de la información, sino que, además, busca el entretenimiento. Esto nos lleva a una fusión de la seriedad informativa y el ocio.


Esto, que aparentemente no tendría por qué acarrear ningún tipo de mala consecuencia, ha desembocado en una completa manipulación de la información, por mucho que nos cueste aludir al tópico. Los medios son ahora los encargados de "adecuar" las noticias para que no resulten tan agresivas al espectador, incluso, en algunos informativos, se observa la alternancia entre noticias de cierta importancia y sucesos que carecen por completo de ella, de forma que el espectador no se sienta amenazado. Nos encontramos en lo que se podría denominar como la era de la anestesia informativa.

No se quiere decir con esto que los medios no nos cuenten la verdad, que no siempre lo hacen, sino que cuidan mucho el modo en el que lo hacen para garantizar unos determinados efectos en el espectador. Se basan en un lenguaje determinado para dar a entender una veracidad indirecta, es decir, abunda frases como "los expertos anuncian", "un estudio revela que…" "la ciencia confirma..." "los científicos han descubierto…". Incluso, es habitual que los informativos terminen con una noticia placebo, para "no dejar un mal sabor de boca". Se podría decir que "los medios han dejado de ser el medio para acceder a la realidad, sino que están en medio impidiendo que podamos alcanzarla". No hay mejor momento para decir la famosa frase de Marshall McLuhan "el medio es el masaje".

Pero esto no es una novedad. Todo el mundo está al corriente del mito de que los medios manipulan la información. Sabemos que no se nos transmite toda la información, o que ésta no se nos da de una forma correcta, pero tampoco luchamos contra ello. Es el autoengaño complacido. Nos consta que las cosas no son tal y como las "pintan", pero nos agrada el hecho de sean coherentes e, incluso, nos molesta cuando alguien nos advierte del engaño.

Para construir nuestro argumento sobre algún hecho relevante, sería conveniente destacar el caso de Janet Cooke, periodista del renombrado Washington Post, que en 1981 ganó el premio Pulizter con un reportaje que resultaría falso en el que narraba cómo el pequeño Jimmy, de ocho años, se había convertido en drogodependiente a su temprana edad, gracias a las dosis que le administraba el amante de su madre. ¿No es suficiente? En 1998, Stephen Glass hacía público un artículo acerca de un hacker superdotado (Ian Restil) que había sido descubierto accediendo a los sistemas de la importante multinacional Jukt Electronics. Era mentira. Ni el hacker ni dicha empresa existían. Y esto es el periodismo del siglo XX y, ¿por qué no? del siglo XXI.

Decía Marcuse, que "la supresión de todo tipo de anuncios y de todos los medios adoctrinadores de información y diversión, sumergiría al individuo en un vacío traumático en el que tendría la oportunidad de sorprenderse y de pensar, de conocerse a sí mismo y a su sociedad". En la época de mayor auge comunicativo, quizá sea el momento de prescindir de los medios y lanzarnos a la búsqueda de la percepción por nuestra cuenta.

No se trata, con todo esto, de un pensamiento escéptico, sino crítico. Es necesario e imprescindible que el individuo espectador realice un análisis crítico de los medios de comunicación y de la información que transmiten, con el fin de reencontrarnos con la realidad.

"Finalmente se ha conseguido llegar al cómodo estatuto de la indiferencia por el camino de la saturación mediática." (Mercedes Odino - Factor fama)"


Quieto ladrón!

  
     Hace unos días publiqué en este blog una entrada sobre una frase de Shakespeare que así decía:

La torpe trangresión de un niño de escuela que, en su alegría por haber encontrado un nido de pájaros, lo muestra a su compañero, quien se lo roba.

Perteneciente a la obra "Mucho ruido y pocas nueces" ("Much Ado About Nothing"). Lo solté así sin más para, un día como hoy y tras haber reflexionado sobre ella, comentarla.

¿Cuántas veces no nos hemos sentido frustrados cuando, tras haber puesto interés en algo, alguien llega y nos lo "roba"? ¿Cuando, por no habiéndonos atrevido a apoderarnos de él del todo, ese algo se escapa y se fuga a otras manos?

No se trata de un contexto material, todo sea dicho, sino más bien de un contexto emocional o ideal. En el segundo caso, se puede hablar de derechos de propiedad, o aquellos atribuidos a los medios creativos. Pero el primer caso, el primer caso es mucho más complicado.

Para el contexto emocional, nos podemos encontrar ante dos situaciones: por un lado, que sí que ese "algo" se haya introducido al futuro ladrón que al observarlo decide tomarlo, por otro lado, que sea nuestra propia incapacidad de decisión o acción la que ahuyente al objeto/sujeto.

Con un ejemplo, (que no es ningún caso en particular).
¿No les ha pasado alguna vez que, por no atreverse a dar una señal inequívoca al amado/a, ha pasado cierto tiempo y éste/a ha encontrado otros brazos? ¿Que por el simple efecto de la vergüenza o del qué dirán, hemos llegado a perder aquello que más deseábamos?

Y, ¿a qué viene todo este rollo? Pues bien, les daré un consejo que probablemente ya conozcan o que, quizás, no sean del todo conscientes de ello:
Tenemos una sola vida (bueno, esto depende de qué cultura, pero para el caso nos sirve). Una SOLA vida. ¿Son realmente conscientes de este concepto? ¡Ya nunca volverán a ser niños de nuevo! ya nunca podrán volver a hacer cosas que ahora sí podrían. No es un elogio al Carpe Diem, no se confundan. Se trata de ser Conscientes de que tenemos los momentos contados. Tampoco es un escepticismo o fatalismo. Simplemente, que hay veces en las que en lugar de dedicar tanto tiempo a la razón, es mejor atender a la emoción. No se trata, tampoco, de actuar sin cabeza. Si quieren algo, y lo desean con todas sus fuerzas, pongan en su mano todo lo que les sea posible con tal de alcanzarlo. No dejen que se les escape.

No dejen que el miedo a que el pájaro les pique les impida tener la única oportunidad de tocarlo.

Esto es una oda a la oportunidad y a saber decidir.  A dejar, en ocasiones, el "qué diran" a un lado y centrarnos en nuestros objetivos.

Si no lo intentas, jamás lo conseguiras. Si no experimentas, jamás crecerás.

Así que, Buenas Noches, y Buena Suerte.

martes, noviembre 24

Las dos caras de la misma moneda


     Continuando en mi línea de recuerdo y honor al Rey del Pop, decido recordar un dato del que no todo el mundo es consciente: sabían que para la canción They don't care about us, se rodaron dos vídeos ya que uno de ellos fue censurado por la violencia que contenía?

violencia? se trata de un vídeo recolector de escenas que YA HEMOS PRESENCIADO, estas imágenes han sido emitidas por los informativos de todo el mundo, resultan ya cotidianas, diarias... cambaimos de canal no porque nos duela en nuestra sensibilidad, sino porque ya las conocemos de antes.

y ¿es entonces, cuando un artista decide denunciar la violencia del mundo, cuando se censura su vídeo? ¿no resulta ilógico?

mejor dejo que juzguen ustedes mismos y aquí les dejo la versión verdadera del vídeo, aunque siempre pueden elegir la verisón light....


Living with Michael Jackson

nos han propuesto criticar la actitud de un periodista en un video, y, casualmente, es de Michael jackson, así que aquí lo cuelgo para todos aquellos fans como yo.


beat it!


miércoles, noviembre 18

Ya lo decía Shakespeare...

La torpe trangresión de un niño de escuela que, en su alegría por haber encontrado un nido de pájaros, lo muestra a su compañero, quien se lo roba.

BENEDICTO - ACTO II, 1

martes, noviembre 17

Capítulo 3: ya es una casa (comunicada)

11:30 am llamada al teléfono móvil:

- ¿señorita Paloma?
-Sí, dígame.
-Verá. le llamo de Teléfonica con el propósito de preguntarle si se va a encontrar en su domicilio esta mañana.
-Pues, depende de para qué y a que hora. (Les recuerdo que nunca deben dar datos de cuándo van a estar en sus casas, es el típico consejo que suelen dar las abuelas y las madres. O por lo menos la mía lo hace)
-Sería sobre la una. Para instalarle la línea telefónica.
-¿Podría ser a las 12.30?
-Mmmmm...sí, creo que es posible.
-Muy bien. Entonces le espero.
-Muchas gracias por su atención señora Paloma (¿¿señora?!!?). El técnico se pasará sobre esa hora por su domicilio.
-Gracias a usted.

... Fin de la comunicación...

A las 12.15 ya estaba el técnico en mi casa. Menos mal que la tenía recogidita, que si no...
Pues el hombrecillo entra, me enseña todas las identificaciones habidas y por haber y me dice:
-Mire mi chaqueta.
(Aquí he de admitir que hago un esfuerzo por no reírme en su cara. Qué le iba a decir? Es original, sólo que yo no la llevaría. Pone Telefónica. En fin...)
- si?
-Es para confirmar que pertenezco a Telefónica.
(Esto quiere decir que si yo me pongo una camiseta que diga Vogue, ya puedo ir a las fiestas de los famosos y decir: Tranquilo, mire mi camiseta, dice Vogue. Eso indica que soy de la revista, sabe??)

(¡Qué tiempos, santa Madonna, qué tiempos!)

En fin. Que se me dispersa el lector y no es el propósito. El caso es que el hombre introduce...

(Aquí les dejo que piensen sucio por unos segundos....

Ya está. Continuemos)

... un cacharro muy raro por l aclavija telefónica. Aguanta unos segundos y dice: ya ésta. ¿Me firma aquí?

Tiempo total de activación de línea: 1 minuto y 34 segundos.
Tiempo de espera para que viniera el señor: 1 mes y 34 horas

Conclusión: el sistema falla. Pero eso ya lo sabían ustedes.

Total, que les he soltado todo este rollo para decirles que mi casa ya es una casa. Ya aparecerá en las páginas blancas. Ya está reconocida socialmente. Ya ha caído en el error de adaptarse a las nuevas telecomunicaciones.

Ya tengo teléfono fijo.

Punto final.

Un fracaso social...

Decía Marshall McLuhan, explorador de las comunicaciones, que:

"un fracaso social repentino [...] puede generar perturbaciones musculares que indican a la persona que se aparte de la situación amenazadora"

Eso nos hace plantearnos otro interrogante, ¿puede la sociedad llegar a tal punto que resulte amenazadora?

No sé cómo, pero ha pasado. Hace cosa de una semana, la sociedad me empezaba a asustar.

No se burlen.

Si lo van a hacer dejen de leer y sumérjanse en ese mundo de la televisión al que ustedes consideran tan fantástico.

Sólo sé que salí a la calle y, de repente, no tenía ganas de hablar con nadie. No quería relacionarme. La sociedad, que se supone que es la que nos invita a abrirnos y a relacionarnos con el exterior, era ahora la que me obligaba a cerrarme en mí misma y a alejarme de cualquier individuo que osase hablar conmigo.

¿Cómo hemos llegado a este punto? Corrijo ¿Qué me ha hecho llegar a este punto?

No lo sé. Por una vez no consigo averiguar la respuesta. Sólo se que llevo dos semanas en las que todo lo que suponga el exterior, todos aquellos a los que consideraba amigos, o, incluso, familiares, todo lo que me hacía levantarme cada mañana, pierde ahora su interés. Es más. No solo pierde interés sino que me invita a encerrarme. me asusta. No, no me asusta. Es que estoy harta de luchar. Harta de decidir.

Pero tampoco es eso. Mejor dejo de escribir porque me estoy liando más.

Una amiga solía decir:

"Nobody said it was easy, but nobody said it was gonna be so difficult"

Seguramente sea de una canción. La mejor filosofía ya no está en los libros. Está en las canciones.


lunes, noviembre 16

martes, octubre 13

Capítulo 2: una pared

Aún queda una pared. Bueno, en realidad quedan más... pero solo se nota una.
El problema es que son tantas las opciones que no llego a decidirme.
Mentira. Es la pereza que hace uso de sus armas y consigue que no pinte.

He pensado en una ciudad. Sé que no era lo primero que había dicho, pero creo que son combinables. Es que vi en un libro de cócteles que tengo... (no podía ser en otro :p) un paisaje urbano desde una perspectiva aérea, en la que sólo se veían rascacielos y bares. Y esa zona es un bar. Luego tiene lógica. Y la pared es grande, luego caben las dos cosas.

Haz la pregunta. En serio, hazla.

Lo sé. Sé que puede parecer difícil de dibujar... pero ya lo he ensayado en una hoja y no m ha salido mal. bueno. me ha salido bastenate bien, de hecho.

y ahora la siguiente pregunta. no te cortes.

¿La luz? Vaya... esa no la esperaba.... bueno... el fondo sigue siendo blanco....es que va a ser en plan cómic, vamos, que sigue habiendo luz.

Yo creo que es una buena idea.... haré un boceto.... quizás lo suba.... está bien, lo subiré....

Esperemos que pereza marche a otra casa...

jueves, octubre 8

Capítulo 1: el día que aparecieron los colores

Pequeña… Pequeña y nueva… o antigua, según se mire.
Azul. Y crema. Y blanca. Y púrpura. Y letras negras.
Ha costado mucho esfuerzo, y dinero, por qué no decirlo. Pero es bonita. Y acogedora. Y mía.

Aunque he de admitir que la primera vez que la vi… la primera vez que la vi, era oscura, y vieja, y solitaria, y triste. Pobre. A lo mejor es que la vi un mal día.

Pero entonces… ¡zas! Un brochazo… y otro… y otro… y mejor cambio a un rodillo que si no, se me duerme la mano. Ahora todo avanza más deprisa. Azul. Como el cielo. Un poco más oscuro. Como el mar. Un poco menos verde. Azul. Indescriptible azul.

Blanco, para el techo. Como las nubes o una hoja de papel sin escribir. Más blanco. Como la mente en un examen. Como la luz. Blanco nuevo.

No es crema. Es Casablanca. ¿Casablanca? De nuevo, no hay palabras. Es… es… como si a amarillo, le echas blanco… pero más dulce… más elegante. Sin palabras. Casablanca.

Y, de repente. Cae el bote al suelo. Como la sangre, la pintura se derrama dejando su huella sobre a moqueta. Menos mal que la íbamos a quitar,la moqueta, digo. La pintura, blanca. La moqueta, roja. Vaya espectáculo. Es evidente que la pintura blanca no ha podido sucumbir al…

Púrpura. No granate, ni morado, ni violeta. Sólo púrpura. Como las uvas de los cuentos. Más claro que el vino, pero más oscuro que un lirio, y más rojizo. Un púrpura casi color de vino…

Entras a la casa y te vuelves púrpura. Si miras a la derecha eres azulejo blanco con adornos años 60. Suerte que al entrar, una brisa azul con tonos casablanca te acoge. Y ahí, entre el cielo y las nubes, te sientas a leer la pared blanca. Blanca con letras. Pero blanca en el fondo.