viernes, junio 24

Amor, un abismo que nos engaña...

Quevedo definía de la manera siguiente el amor:




Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.

Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.

Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero parasismo,
enfermedad que crece si es curada.

Éste es el niño Amor, éste es tu abismo:
mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo.

En todo tiene razón pues un competo abismo en el que vas cayendo poco a poco y, si tienes suerte, nunca llegarás al fondo, pero irás de la mano con el amado, pero si la diosa Afrodita no te favorece, el destino hará que caigas en ese abismo pero al cierto tiempo, esa mano que te sujeta te suelte... y caigas en lo más profundo de la oscuridad del alma. Llorarás y llorarás... tus lágrimas bastarán para crear un nuevo mar en el que te irás hundiendo. La Soledad es el peor enemigo... y muy difícil de vencer. La mano que te sujetaba ha dejado una herida al marcharse... y quema... arde... sangra... y es una herida que no cura... 

Se sucederán ante tí todos los recuerdos... pero solamente los buenos... los malos parecen desaparecer con la mano que se va. Y de ese parasismo en el que vivías... no quedará nada... te encontrarás sin alimento... sin fuerzas... si esa alegría que te hacía despertar por las mañanas y que te arropaba por la noche... sin ese cálido beso... apasionado... 
como bien dice, es una libertad encarcelada... que te va encerrando más y más... pra después dejar de encerrarte y darte cuenta que ya no es libertad, sino que se volvió castigo... que estás solo en el olvido...
y no me creerás... y pensarás que te engaño... y tus ciegos ojos mirarán al frente y dirán que todo aquello era verdad y que esto que te cuento no es real... pero ya despertarás... ya... descubrirás la farsa en la que vivías... descubrirás las mentiras... descubrirás que él no te amó como tú a él... y entonces querrás luchar por no perderle... pero a veces es mejor dejarlo marchar... y patalearás... y llorarás.. y querrás morir... pero no puedes... pues ya muerto estás, ya no hay nada que remediar... la mano se marchó... la desesperación y la soledad ya se acercan galopando... la luz de tus ojos se apaga... y tu corazón ya maldito está

No hay comentarios: